Ojos de la guerra
No sé hasta qué punto el periodista debe arriesgar su vida, estando por ejemplo en medio de un tiroteo para captar las imágenes y poder informar al resto del mundo, es una actividad con altísimo riesgo de morir o salir herido.
Es una carga emocional muy fuerte porque son situaciones muy difíciles de afrontar y comprender, ver como ancianos y niños sufren consecuencias de las diferencias entre los adultos. Países con hambre, dolor, desprotegidos, enfermos y desolados.
Y aunque este tipo de trabajo te permite conocer cantidad de culturas y estilos de vida, es increíble vivenciar como los seres humanos alcanzamos a tener un diario vivir de esta manera, entregar sus vidas a la guerra y estar siempre alerta de que algo puede pasar.
Profunda admiración de mi parte para las personas que tiene la capacidad de hacer este trabajo, no sé si pueda llamarse amor por el periodismo pero siempre considero la opción de que existen otras formas de informar, en lo personal no disfrutaría mi trabajo teniendo que vivir este tipo de situaciones tan duras.
La postguerra debe ser también muy duro vivirla, las consecuencias que esto deja son fuertes y afectan mucho la sociedad sin embargo, disminuye el riesgo de tener la vida en peligro todo el tiemp
Se rescata como en medio de tanta tragedia estas personas pueden crear empresa y buscar sus fuentes de ingreso de esta manera.